Dibujando anoche un esquema rudimentario de la estructura narrativa de mi pieza vino Pablo Hernandez a ofrecerme una mano.
- Deconstruí mi cabeza - me dijo - Si hacés un viaje y nada cambia en vos, para qué hiciste ese viaje?
Entonces tomé el punto de inflexión del salto (de fe) y lo coloqué como bisagra que sostiene una puerta que se abre ahora. La vida de mi (ahora) protagonista se ve modificada luego del incidente y despierta en un mundo que ya no puede ser el mismo que hasta ahora transitó donde deberá reubicar cada uno de estos ladrillitos de su mente.
Sinopsis argumental:
Pablo Hernandez decide correr un riesgo innecesario para vencer su miedo a las alturas saltando desde lo alto de una catarata en un país lejano, en el salto golpea contra una roca y se fractura el craneo, pasa tan solo 7 segundos bajo el agua inconsciente, pero cuando vuelve en sí recuerda haber vivido 300 años en un lugar inexplicable. En los 7 días posteriores al incidente intenta reconstruir aquellos 300 años con sus propios recuerdos en un viaje alucinado por su propia mente.
Tres pasajes de la vida de Pablo:
...el árbol bajo el cuál se había echado era una gran boa constriptor que comenzaba a enroscársele por todo su cuerpo. La sangre inmediatamente se hizo presente como en todo ese viaje, no sabía cuál era la causa de todo aquel rojo brotando desde el césped herido, corrió como pudo a refugiarse de la lluvia, roja muy roja cayendo desde el cielo herido, sintió crujir un papel que en realidad era su corazón, intentó leer las primeras líneas pero abandonó la tarea cuando su ojo enfocó el precipicio de aquella O en donde recaló su interrumpida lectura, cayó por él, fueron días... el pozo de Cúmulus Kamus hasta que regresó pero sintió que había quedado atrapado eternamente allí.
333EEE, IV:Trip... trip... triptico.
Desde lo alto de las Rere falls miraba el agua intentando juntar valor para saltar y vencer el pánico a las alturas. Me preguntaba: que carajos hago acá ariba? Y ahora sé la respuesta que hasta ese entonces ni intuía: Saltar desde las Rere falls. Y aunque suene ilógico o demencial yo vine a New Zealand a saltar de las Rere falls, lo mío no fue un salto acrobático, fue un salto de fe que me llevó al fondo de la cascada a vivir los 300 años más increíbles de mi vida.
(...) Los primeros cien años los dediqué al estudio de la tierra escuchando atentamente las lecciones impartidas por la madre naturaleza, los siguientes cien años los dediqué al estudio del hombre y el impacto de éste sobre el planeta - lo que me provocó un llanto inenarrable, completamente silencioso - los últimos cien años los dediqué a ver lo que vendrá...
(...) Los primeros cien años los dediqué al estudio de la tierra escuchando atentamente las lecciones impartidas por la madre naturaleza, los siguientes cien años los dediqué al estudio del hombre y el impacto de éste sobre el planeta - lo que me provocó un llanto inenarrable, completamente silencioso - los últimos cien años los dediqué a ver lo que vendrá...
El viajado, chapter V: The bottom of the fall.
... y sin embargo floto hacia la lejanía de mis sueños, un horizonte que no veo porque floto de espaldas mirando al cielo, buscando señales que me ayuden a rectificar todos y cada uno de mis errores cometidos a lo largo de mi vida. Se que es un plan ambicioso pero esta no es una historia pusilanime. Puedo ser todo lo patético que imaginen y aún más, pero se trata de una reconstrucción de los hechos para reconstruir el futuro...
Por cierto, olvidé presentarme: mi nombre es Pablo Hernandez...
Por cierto, olvidé presentarme: mi nombre es Pablo Hernandez...
Reconstrucción, capítulo I
